La mediación es una forma diferente de gestionar los conflictos, en la que una persona mediadora titulada, de manera neutral e imparcial, ayuda a las partes a comprender sus diferencias, a confrontar sus visiones y a conocer sus comunes intereses, para que puedan encontrar soluciones a sus controversias.
La persona mediadora, no es una persona que ejerza en el proceso de mediación como una persona profesional de la abogacía, la judicatura, o el arbitraje. Tampoco de la psicología o la terapia.
La mediación es una forma válida y reconocida que se ajusta a una nueva manera de alcanzar la justicia, al tiempo que constituye una pieza relevante de la modernización de la Administración de Justicia, aunque se proyecta en muchos más ámbitos que aquella, como pueden ser el ámbito educativo, intercultural o el intergeneracional.